Título: Las zonas frías del Sol
Autor: Eugenio Asensio
Editorial Amarante
ISBN: 978-84-949142-1-8
Diseño de la portada: Señorita Swallow y El Señor Gómez
Reproducción de la entrevista realizada para New Star Universal y para la revista Primacía.
Si cualquiera de nosotros estuviese a punto de alcanzar uno
de los objetivos que se ha marcado en su vida y unas circunstancias perentorias
se interpusieran, ¿qué haríamos? ¿Renunciaríamos a nuestro deseo por intentar
ayudar a alguien? Ese es el dilema al que el lector tendrá que enfrentarse al
final de la novela de Eugenio Asensio, Las zonas frías del Sol, publicada
por Editorial Amarante.
—Bienvenido otra vez a Primacía, Eugenio. ¿Cómo
prefieres definirte, como escritor o como profesor?
—Lo primero que
quisiera es agradeceros esta nueva oportunidad que me ofrecéis para poder
hablar de mi última novela. Sobre tu pregunta, he llegado a la conclusión de
que ambas actividades me definen y complementan. En este momento no soy capaz
de verme en una sola de esas disciplinas.
—«Hace tres días que no
tengo una erección». Empieza fuerte la
novela. Cualquiera pensaría que se trata de una novela erótica.
—No lo es. Por
lo menos no era ese mi propósito, aunque alguna escena descontextualizada
pudiera llevarnos a esa percepción. De hecho esas palabras pertenecen al
pensamiento de uno de los personajes. Como ya sabemos el pensamiento es libre y
nada puede impedir que cabalgue por cualquier terreno.
—Tiempo atrás presentaste en nuestra
revista tu novela, Tiza. En ella
narrabas la historia de un profesor que visitaba en cuatro ocasiones a un
exalumno que estaba en la cárcel. Asistíamos a una relación in crescendo que desembocaba en la
resolución de un nudo muy bien trabado. ¿En esta nueva novela nos volvemos a
encontrar con ese tipo de personajes?
—No. Los
personajes de Tiza se quedaron encerrados en las páginas de la novela y no
creo que salgan de ella. Estoy convencido de que no se debe abusar ni de los
personajes ni de las historias por el hecho de que hayan funcionado. En Las
zonas frías del Sol, los personajes que transitan están construidos con
otros mimbres. Uno de mis empeños es no escribir eternamente la misma historia,
a pesar de que se diga que un autor siempre está escribiendo la misma novela.
—¿Cómo definirías Las zonas frías del Sol?
—Se trata de una
novela urbana que bucea en el universo humano y convivencial, con todas las
posibilidades que proponen las relaciones entre mortales.
—¿No te atrae la novela negra de la que
tanto se habla en estos días?
—La novela como
género presenta un abanico de eventualidades entre las que encontramos la
novela negra y tantos otros subgéneros, todos ellos perfectamente admisibles.
En mi caso, me muevo con mayor comodidad en el terreno amplio y poco
encorsetado de la novela urbana o contemporánea, pero insisto, por pura
comodidad.
—¿Puedes adelantarnos algo sobre la
historia que se narra?
—Más que una
historia se narran varias historias. Es más, considero que es una obra coral. A
pesar de que encontremos algunos personajes con más relevancia que otros, me
cuesta creer que alcancen la categoría de protagonistas o antagonistas. El
lector se encontrará con sucesos que se interrumpirán para empezar otros que a
su vez también se interrumpirán, y avanzado el libro, todas las historias que
comenzaron y se detuvieron van reemprendiendo su rumbo. Sí puedo decir que las
diferentes narraciones que se trenzan en el libro convergen en el final. Sería
algo así como un puzle totalmente coherente, sin experimentación ni
aprovechamiento de la buena fe de los lectores.
—No nos has adelantado nada sobre esas
historias.
—Tienes razón.
Me he ido por las ramas o por la estructura. El punto común de todos los
sucesos se encuentra en un supuesto hotel de Barcelona, al que he llamado Hotel
Manila. Ese lugar se convierte en un trampolín, tanto hacia fuera como hacia
adentro. Básicamente, la historia troncal, que deriva en otras, sería la que se
desarrolla en torno a cierto negocio que tienen organizado los botones con la
connivencia de uno de los recepcionistas. Cuando llega una cantante de moda y
se instala en una determinada suite, empezamos a entender la novela.
—De nuevo es Barcelona el espacio
narrativo. ¿Pretendes escribir lo que se ha llamado la gran novela sobre
Barcelona?
—Perdona que me
sonría. La Barcelona de Las zonas frías del Sol entra y sale
de la realidad. En Tiza encontrábamos lugares que no existen en Barcelona, luego
la ciudad que yo presenté fue moldeada en función de la historia que pretendía
contar. En la nueva novela se entremezclan, entre espacios reales, los
ficticios: un barrio nuevo y un lago con bañistas, lugares que tampoco existen
en Barcelona. Sin embargo, a pesar de esa benévola mentira, creo que el
espíritu de Barcelona está muy presente: Plaza Real, Paseo de Gracia, la
Barceloneta, turismo, cierto carácter de su gente…
—¿Vuelves al narrador en primera persona?
—En parte. Uno
de los personajes, Roberto, quien nos conduce por los vericuetos de la trama, nos
habla en primera persona; pero esta se combina con un narrador omnisciente en
tercera, con lo cual también tendremos un retrato de la realidad (y de Roberto)
desde otra perspectiva.
—¿Cuál es el tema de Las zonas frías del Sol?
—Aun siendo
muchos los temas secundarios, el tema principal es el del azar: el destino que,
por mucho que se luche con empeño, siempre acaba imponiéndose. Junto al azar,
la crueldad sería otro tema destacado.
—¿Cuál es el estilo de tu nueva novela?
—Huyo
despavorido de los momentos que ralentizan forzosamente la acción, como también
de los diálogos discursivos. Observamos que las intervenciones en los diálogos,
que son muchos, son breves, pero significativas. Otro aspecto de mi estilo lo
encontramos en la creación de los personajes, pues no intento crear un espejo
en el que se mire el lector; eso lo dejamos para los padres respecto a sus
hijos. La literatura nos permite atravesar líneas rojas sin temer las
consecuencias y sin rendir cuentas. Para completar mi punto de vista, diré que
mis personajes tienen el ADN de los antihéroes y la maldad instintiva de
quienes solo quieren sobrevivir.
—¿Qué es lo que ofreces en tus obras a los
lectores?
—Me gustaría que
cada lector encontrara algo que le satisficiera: un estilo, una historia, la
capacidad de vivir en la dimensión literaria. Con el tiempo he comprendido que
en mis obras, en un momento determinado, busco que nazca una pregunta en el
lector, cuya respuesta ha de encontrar hacia el final del texto. Me refiero a
preguntas del tipo: ¿alcanzará su propósito tal personaje? ¿este es culpable de
haber llegado hasta aquí?, etc. Llegados al final nos encontramos con un sí o con un no, como respuesta, pero también es posible que la respuesta sea tal vez. Para mí la tercera opción suele
ser la más interesante.
—¿Se ha presentado la novela ante el
público?
—Aunque la
novela ya se puede pedir en las librerías, la presentación oficial la tendremos
el 18 de diciembre, en la librería Alibri
de Barcelona, a las 19:00 h. (Balmes, esqu. Gran Vía). Por cierto, todos
vuestros lectores y amigos estáis invitados. Allí, además de firmar libros,
tendremos ocasión de tomar una copa de cava, charlar y conocernos. Es el
momento de contacto entre el lector y el autor; algo impagable para mí. No
quisiera olvidar decir que en la presentación, me harán el honor de participar
los profesores y escritores, Ramon Surroca y Pedro Lara Vázquez.
—¿Dónde pueden encontrar la novela nuestros
lectores?
—En cualquier
librería. Si no está presente, se puede pedir para que la traiga la
distribuidora o la misma editorial. También se puede encontrar en las grandes
plataformas de venta de libros por Internet. Si se prefiere, se puede conseguir
directamente entrando en la página de la editorial:
—¿Podrías leernos un breve fragmento a modo
de despedida?
—Encantado.
Había
dormido poco y por eso le parecía que al mundo se le había perdido un punto de
apoyo y que se inclinaba hacia la derecha. Notaba al caminar que su pierna
derecha descendía algunos centímetros de más por la nueva pendiente del
planeta. Sacó un cigarrillo, se lo pegó al labio inferior y, poco a poco, a
medida que llenaba sus pulmones del humo agradecido, el universo y sus esferas
volvían a recuperar el equilibrio.
https://www.alibri.es/las-zonas-frias-del-sol-728806
https://www.primacia.org/2018/11/29/25305/
https://www.primacia.org/2018/11/29/25305/